Agosto y Nápoles

Hacía años que no volvía a Italia así que esta vez he ido despacio para empaparme de su arte, de sus azules costeros y de sus «Palazios». La ciudad de Nápoles me ha hipnotizado con lo que guarda en sus museos, en sus iglesias y rincones. De sus costas solo me sale un suspiro de añoranz y un «volver» cuando pueda.

En Procida estuve pintando en las puertas de una galería, cuyo dueño me regaló unas láminas suyas y elogió mi obra en un perfecto italiano … algo dijo de Monet.

Procida, Nápoles. ©txonpomes

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